Cuando siento que el amor me atraviesa, soy incapaz de articular palabra, incapaz de expresar con la voz. Casi que incapaz de mirar mientras la emoción se desborda a raudales por el balcón de mis ojos.
Es como si el mundo se expandiera tanto que, lejos de hacerme pequeña, llegara a diluirme con él alcanzando cada rincón, cada recodo de cada sendero, cada hebra de cada nube, cada salto de agua, cada resquicio de cada corteza de árbol, cada sonrisa y cada llanto, cada abrazo, cada mirada perdida y cada mirada furtiva.
Cuando siento que el amor me traviesa, me invade una sensación de gratitud inmensa. No me pregunto nada. Sólo acude a mí un gracias largo y tendido al sol.
Cada vez que ocurre, me detengo un instante, una vez sobrepuesta de la intensidad de la emoción, y reviso buscando cuándo fue la última vez.
Y caigo en la cuenta.
El amor me visita constantemente.
Viaja en cada racha de aire fresco, con cada amanecer. En cada brillo del sol sobre la superficie del mar. En cada hoja de cada árbol. En cada piedra de cada camino. También en cada una de cada muro. Es propio de cada lugar y cada tiempo.
Ahora que es una de esas veces en que siento que el amor está presente, caigo en la cuenta de que, quizá esta vez vino a lomos de unas manos laboriosas, de una mente creativa, de alguien que soñó, de alguien que fraguó una idea, de alguien que dio vida a algo aparentemente inerte. Es el toque de humanidad que lo acompaña lo que me facilita reconocerlo.
Y, sin embargo, lejos de aparecer en escena sólo en contadas ocasiones, el amor es propio de la vida. De sus aciertos y desatinos.
El amor viaja pegado a cada apertura y a cada desgarro.
Está ahí. En todas partes. Sea con carácter humano o salvaje.
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Gràcies, Dulka 🙂
Muy amorosamente escrito, supongo que tras haber sido amorosamente vivido 🙂
Que hermoso escrito! Solo somos capaces de ver aquello que ya esta presente en nosotros. El mundo nos muestra aquello que tenemos dentro, nuestra vida es una proyección de nuestro interior, ahí tenemos la oportunidad de reconocer y también de sanar. Un abrazo enorme!
El amor es un espejo en el cual tu te ves reflejado,si es verdadero tu te veras puro y limpio pero si no es correspondido se quebrara y cada trozo de Cristal caera sobre ti recordandote que amaste mal y a contratiempo,pues amar es amar lo bueno y a su momento.
Lo que vemos ahí fuera es un reflejo de lo que habita aquí dentro.
Gracias, gerardo por tu compartir.
Un abrazo.