Cuando alguien vive conectado con su pasión, lo que siente se derrama a través de cada poro de su piel. De manera irrefrenable. Es algo que resulta imposible de contener. Seguramente porque tampoco existe ninguna intención de ser contenido.
Simplemente se vive. Sin la atención puesta en medir o controlar. El punto de mira está puesto en otro lado. En la orilla de abrirse en canal para dejarse atravesar por todo cuanto se encuentra en el camino.
Cuando alguien vive conectado con su pasión, su mirada le delata. El brillo en sus ojos es tan evidente, que es difícil que pase desapercibido. Generalmente, además, va acompañado de una sonrisa amplia, de oreja a oreja. Como si fuera una puerta abierta de par en par. El rostro relajado. Sin rastro de tensión o facciones rígidas. Todo en la persona, incluso su expresión, parece fluir como una tela de gasa mecida por el aire.
Cuando alguien vive conectado con su pasión, su forma de caminar y de moverse es particular. Lo hace con movimientos espontáneos, redondos, sin quiebros extraños. No parece dolerle ningún rincón del cuerpo. Y crecen flores de colores en cada uno de los recodos de su piel.
Cuando alguien vive conectado con su pasión, su magia atrapa a cualquiera. Es como si tuviera algo que hiciera perder la noción de todo y nada a la vez. Resulta magnético. Y, en ese punto, de repente, se comprende que vivir de ese modo no es un elixir reservado para humanos situados en el Olimpo de los dioses.
Cuando alguien vive conectado con su pasión, en algún momento de su vida decidió seguir su intuición. Un impulso interior al que, tal vez, no le encontrara mucho sentido en el tiempo cero. Puede, incluso, que le pareciera de locos si trató de racionalizarlo, pero decidió darle respuesta danzando al son del tambor que latía con fuerza en su interior.
El brillo en la mirada, la sonrisa amplia, el paso fluido y la magia, no tardaron en aparecer.
________
Foto: Josephine Bevan (En: Unsplash).
Me he emocionado muchisimo…a veces me siento en ese estado…a veces me pierdo y ansio volver a sentirme asi…gracias una maravilla de texto¡¡¡¡ para imprimir 🙂
Me alegro de que te haya llegado. Un abrazo, preciosa
¡Realmente merece la pena imprimirlo! 😉 Gracias por este texto tan poético, por ese ritmo que se repite, que nos arrulla con su transparencia y su estado de plenitud… leerlo es re-conectar con la pasión. ¡Vaya magia que has creado María!
Mi gratitud de vuelta para tí, por avivar la magia desde ese lado.
Un abrazo, Magüi