Cierro este año 2019 con una sonrisa.
Las tres últimas rondas solares, he elegido una palabra al inicio para que me acompañara durante los doce meses siguientes. Este año elegí CONFIAR.
Me venían rondando algunos movimientos que quería hacer. Algunas decisiones que traían de la mano desafíos importantes.
Empecé a caminar en enero con algunas puertas abiertas, que decidí abrir aunque no supiera bien lo que iba a ver al otro lado.
Sencillamente quise abrirlas, sentí curiosidad por hacerlo, o se dio una mezcla de afán de aventura y convencimiento de que el camino que había andado hasta ese momento no me cerraba en algunos aspectos, y tomé acción para apuntar a nuevas posibilidades.
En cualquier caso, al inicio de este 2019 era incuestionable que los siguientes 365 días no me iban a resultar indiferentes, y todavía no sabía de la misa la mitad, como se suele decir, porque a medida que fue progresando el calendario, la aventura 2019 se fue poniendo cada vez más interesante.
Elegí la confianza como compañera de camino.
Estos días despedimos el año presente y caminamos hacia el 2020. Que redondo veo este número. He sido consciente hace apenas un par de semanas. Parece sacado de una película antigua de ciencia ficción. Sin embargo, va a ser tan real como cualquiera de los que le precedieron y como los que vendrán.
De seis meses hacia aquí, he sentido que la vida me ponía a prueba en numerosos aspectos.
He llegado a preguntar hacia afuera «¿por qué yo?», y hacia dentro «¿seré capaz?».
A medida que me acercaba a esta última porción del 2019, he ido sintiendo que se ponía a prueba mi capacidad de confiar cada vez con mayor intensidad y dejando menos espacio para dudar. Sí o sí era llamada a confiar mientras iba tomando decisiones y me iba embarcando en cambios sustanciales. Algunos previstos. Otros para nada contemplados a priori. La vida es un juego. Tal cual.
Ahora, con perspectiva sobre el camino recorrido durante estos doce meses últimos, me doy cuenta de que la palabra que elegí como compañera, no fue casualidad. Ella tampoco lo fue, como no lo han sido todas y cada una de las experiencias que he vivido.
Hoy agradezco haber confiado a lo largo de todo este tiempo
(unas veces con mayor fluidez, y otras con una cierta resistencia, cierto).
Haberlo hecho, incluso en momentos en los que desconfié de si confiar era lo mejor. Si confiar era la opción más adecuada para transitar lo que estuviera transitando. Ahora miro la ruta recorrida y me digo: «sí, no había otro modo de llegar hasta aquí. Habría llegado a otro lugar. Pero no a este».
Camino los últimos metros hacia el 31 de diciembre, y la vida me trae a cada instante oportunidades para seguir practicando la confianza. Es increíble. No lo digo por decir. Es totalmente cierto. Seguramente quiere asegurarse de que lo he entendido bien, que he integrado la importancia de soltar el control y convertirme en una practicante espontánea, y no sólo en alguien que pasa por el tamiz del pensamiento y se fuerza a ser.
Todo lo que necesito ya existe aunque aún no lo vea.
Agradezco a mi intuición que, un buen día del mes de enero, encendiera la luz y me señalara en esta dirección: CONFÍA.
Y tú,
¿qué palabra eliges para que te acompañe en el 2020?
Yo ya tengo una ligera idea de cuál me acompañará esta vez 😉
Pero esta es una historia que contaré en otro momento.
¡ Feliz cierre de 2019 !
Te deseo una entrada al 2020 plena de agradecimiento por lo vivido y de ilusión por vivir todo lo que traerá la siguiente vuelta al sol.
_______
Foto: Michal Parzuchowski (En: Unsplash).
Me encanta saberte con ese «buen sabor de boca». Me invita a acompañarte con ….. más alegria….. más tranquilidad….. Abrazos viejos y nuevos, abrazos de Presente
Presente. Presencia. Ahora. Instante…
Un significado hermoso para una palabra hermosa 🙂
Un abrazo grande grande grande.
serenidad sera mi palabra,
espero que el 2020 llene mi vida de agradecimientos,
gracias Maria mucha salud ,
Woooow, una palabra que parece que habla bajito y, al mismo tiempo, aparece con decisión y contundencia.
Gracias a tí por compartir la pasión por las letras escritas.
Un abrazo y serena vuelta al sol 😉
Gracias Mary por compartirte todo este año 🙂
Mi gratitud va de vuelta hacia el lado occidental del océano. Es un placer caminar oyendo tus pasos tan cerquita, amiga. Un placer y un honor 🙂
Abrazote gigante.
Hola María:
Mi palabra para este nuevo año que empieza es COHERENCIA.
Empecé 2019 con un montón de ideas, proyectos y objetivos, y empecé una lucha contra el reloj para que se materializaran al menos algunos de ellos.
Pero nada. Fracaso total.
Y ahora que está a punto de terminar este viaje, me doy cuenta de que me he perdido demasiado mirando hacia afuera.
Así que en el 2020 toca redirigir la mirada hacia adentro. Y no hacer planes, ni listas interminables de objetivos y tareas.
Solo quiero Ser y Hacer en consonancia con lo que soy, sin más expectativas que la de reencontrame conmigo misma en algún punto del camino. Feliz Año Nuevo.
Coherencia = hacer con sentido.
Ser y estar para poder hacer de esa manera.
Gracias por compartir, Belén. Por brindarnos tu reflexión 🙂
Un abrazo y feliz nueva vuelta al sol.
Paz y silencio… Así han sido mis últimos días de 2019 y los primerísimos de 2020… Lo mismo deseo para el resto del año y el resto de la vida… Paz y silencio significan «tranquilidad», van unidas. En todos los aspectos: interno y externo… Como dormir en la calma absoluta de un monasterio… sí, eso elijo 👣👣👣😘 Gracias por compartir, prima ❤️👣🧘
Qué imagen tan ilustrativa. Me parece oler a calma desde aquí 🙂
Gracias a tí por caminar tan cerquita. Abrazo gigante
¿ Y si son varias palabras que construyen una frase? 🙂
El 31 diciembre 2018 coloque sobre una de mis estanterías y sin saber muy bien porqué » Somnis per complir», y me acompañó todo el 19. Hace 7 días la cambié: » Qui no lluita no viu», y siento que es la que me va acompañar en 2020.
Los sueños por cumplir pueden ser luchas que dan vida, no?? 😉 Gracias por hacerme pensar.
Las cosas son si así sentimos que son. Eso es lo que yo siento 😉
¿Cómo lo sientes tú? Esa es la respuesta.
Abrazote gigante, bonita.