En el año 2009 viajé por primera vez a la Argentina. Durante dos años visité una zona de las Sierras Chicas, conociendo muy de cerca el sentir de la cultura argenta. Desde entonces, siempre albergué la ilusión de poder viajar algún día para poder recorrer una buena parte de este gran país.
El pasado año 2014, tuve la oportunidad de emprender un viaje que cambiaría mi vida en muchos aspectos. Nunca había viajado sola tan lejos y, después de planificar no planificar excesivamente para aprender a dejarme sorprender por lo que fuera sucediendo, en Marzo inicié la que luego adoptaría el nombre de Travesía Nómada Austral.
Durante casi tres meses visité varios rincones de las provincias de Buenos Aires, Santa Fé, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy, cruzando en un par de ocasiones a Chile para conocer algunos lugares del sur en las regiones de Magallanes, del Aysen y de los Lagos, incluyendo la Isla de Chiloé. Una pequeña aventura que me hizo mirar de frente el no esperar demasiado, disfrutar de cada paso, tomar conciencia de que cada cosa se da en el momento justo, y que sólo manteniendo la atención plena somos capaces de abrazar cada instante como único.
Regresé a España con la sensación de que algo me quedaba pendiente, de manera que a finales del mes de Agosto, tracé una nueva hoja de ruta esta vez para quedarme un tiempo en la provincia de Córdoba. La experiencia fue bien distinta. Esta vez sin mochila ni alas en mis botas, viví una época más sedentaria que me permitió crecer de otra manera. Al finalizar el año, y después de visitar la Península Valdés y a los gigantes del mar, regresé definitivamente a España convencida de que ambos viajes marcaban un antes y un después en el sendero de mi vida.
Me siento afortunada de haberme regalado ambas experiencias y dejado sorprender por todas las sensaciones que fluyeron desde lo más profundo de mi alma hasta el lienzo que ahora tienes entre tus manos. Éstas son algunas de las luces y sombras que me acompañaron en esta travesía. Retazos de un sueño que, por fin, tomó forma.
Deja una respuesta