Extender las ramas de la intención hacia delante.
Hundir las raíces en la tierra y sentir cómo se nutren del mismo sustento que los árboles.
Acoger en el cuenco sagrado el deseo de la atención y permitir que recorra los brazos extendidos que se prolongan sin límites.
Corazón abierto. En expansión.
Sentir que carece de muros que lo constriñan y que es el amor el que lo sostiene y contiene.
Semilla enraizada que crece lenta, sin detenerse.
Crece. Respira.
Se colma de posibilidad y continúa.
Crece. Respira de nuevo.
Hiende sus raíces viajando en el flujo terrestre.
Crece. Respira. Proyecta sus alas en superficie.
________
Foto: Florian van Duyn (En: Unsplash)
Crece la Vida sin duda.
Guau. El Ser expandiéndose adentro mío alimentado sólo por mi respiración. Así lo he sentido yo. Que bello, María.