Cruza la calle como una exhalación.
Cruza la calle del pensamiento sin avisar. Cruza y listo. Llevándose por delante todo lo que encuentra a su paso.
No pregunta. Aparece y se desenrosca como un torbellino, levantando todo el polvo que es capaz de levantar.
Dejándome atónita. Sin habla. Sin capacidad de respuesta.
Despliega todo su poder y arrasa con todo. No deja lugar a dudas. Borra los cuestionamientos. Difumina los titubeos que se atreven a asomar la nariz.
Tábula rasa.
Los negros y los blancos los tamiza por igual.
A veces pienso que no es consciente ni siquiera del momento ni el lugar. De quien escucha o deja de escuchar.
Aún no he abierto la boca para opinar, cambia de tercio.
Se pasó la oportunidad. Así. ¡Zas! En lo que dura un respiro.
Pone todo patas arriba.
No necesariamente destroza. Simple y llanamente, revoluciona.
Rompe esquemas. Deja fuera de órbita. Se rige por el impulso de lo intenso.
Nada más. Y nada menos.
Surge. Se desenrosca y ocupa todo el espacio.
Diría que es lo más parecido a lo puramente espontáneo. Lo más alejado de lo políticamente correcto. De cualquier cosa que responda a una estructura o incluya cierta lógica.
Nada más lejos de lo previsible.
Simple y llanamente es.
Surge. Se desenrosca y ocupa todo el espacio.
Alejada de medias tintas, enamora, embiste, provoca que se ericen los pelos como escarpias.
Sorprende de improvisto o genera alerta.
Los vasos a medio llenar no tienen cabida en su radio de acción.
Desarma. Desconcierta.
Genera rendiciones en toda regla.
Sin disfraz ni máscaras, es lo que es.
No se esconde. No lo necesita.
¿Para qué? Justo en mostrarse a cara descubierta es donde reside su poder.
Rojo intenso.
Mirada brillante. Punzante.
Corazón que envuelve e inmoviliza como una tela de araña.
Rugido felino.
Vuelo rasante.
Tronco robusto. Inquebrantable.
Trazo firme y seguro.
Formas rectas y definidas.
Voz clara y penetrante.
Pasión.
Coti
Wow, me encantó Mery. Muy acertada la descripción. Me transmitió la pasión que describís. Un Beso